No nos hemos adelantado como de golpe 17 años en la máquina del tiempo. No es el Wrecking Ball de Springsteen, sino el de Emmylou Harris (con permiso del Sr. Neil Young, autor del tema) el que ha cumplido esos años.
Pasado el tiempo hay que reivindicar este disco como seminal para todo lo que vino después.
Emmylou se había hecho demasiado mayor para sonar en las emisoras de country comerciales, y pese al haber grabado un disco anterior realmente notable como Cowgirl´s Prayer, ya no era un producto vendible para el publico mainstream, en una epoca en la que el country vivió un apogeo que quizás no había tenido en toda su historia, al menos a nivel comercial.
En su siguiente disco decidió que iba a trabajar totalmente fuera de las reglas de Nashville (aunque no creo que realmente las haya jugado completamente a lo largo de su carrera) y contó con el productor Daniel Lanois, y con una nómina de colaboradores en la que destacan Neil Young, Steve Earle, Larry Mullen, Kate y Anna McGarrigle, Malcolm Burn,...
El resultado fue un disco que cambió su carrera, por su sonido, una atmósfera (la verdad es que sospecho que esto de la atmósfera se suele utilizar sobre todo para decir que algo es un coñazo o que no entiendes ni de la misa la media) realmente diferentes a lo que había hecho hasta el momento. Yo recuerdo que a mi me costó bastante digerirlo cuando lo escuché por primera vez (había visto a Emmylou en concierto seis meses antes por primera y unica vez, junto a la Hot Band) y sospecho que a muchos de sus fans más tradicionalistas
En el Youtube, está colgado completo el documental Building the Wrecking Ball. Si no lo han visto, pasen y disfruten:
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