Brutal, inmenso, emocionante Loquillo en Madrid en el Teatro Coliseum, el lunes pasado.
A pesar de que a un personaje como él se le presupone un gran poder mediatico lo cierto es que le ha costado cerca de 15 años poder organizar una gira en condiciones de teatros.
Ha demostrado el muy cabrón que tenía razón. "Debo ser algo payaso pero eso me hace feliz", cantaba en uno de sus himnos, y tal vez algo de payaso tiene, pero también de actor. Se desenvuelve como en su casa en estos recintos.
El personaje hace tiempo que ha devorado al actor, pero el monstruo resultante no tiene despedicio. No hace falta saber demasiado de música para reconocer que hay miles de artistas tecnicamente superiores, que cantan mucho mejor que él, pero nadie es tan creible como él cuando interpreta temas que se adecuan a su tal vez limitado registro vocal. Estuvo realmente bien cantando poesías musicadas de Jaime Gil de Biedma ( especialmente emotivo en No volvere a ser joven), a Jacques Brel (con Elegancia), o revisitando a Johnny Cash (el Hombre de Negro. Personalmente a mi la versión conjunta con Calamaro, Bunbury y Urrutia me parecía un estropicio. En solitario hace una cosa realmente digna, teniendo en cuenta que estamos hablando de Cash) o a George Brassens/Paco Ibañez (la mala reputacion. Con anecdota entrañable sobre la conversación que tuvo con Paco Ibañez cuando le pidió permiso para cantar este tema) En todo el repertorio sólo una cancion mediocompuesta por Sabino (Balmoral. Aunque lo próximo es un disco conjunto. El propio Sabino estaba presente como publico)
Destacar también Antes de la Lluvia (uno de los mejores temas del loco en 20 años, del proyecto Mujeres en Pie de Guerra), La Noche Blanca o El encuentro (estas dos ultimas de Su nombre era el de Todas las Mujeres, un disco realmente irregular tanto en textos como en producción, pero con momentos de brillantez)
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